Nuestro Cortijo
Todo lo que tenemos para ofrecer el máximo confort
Todo lo que tenemos para ofrecer el máximo confort
Ubicado en una de las zonas más bonitas y tranquilas de la Alpujarra de Granada, La Tahá. Tiene a un kilómetro los pueblos de Pitres y Pórtugos. La playa se encuentra a una hora y Granada a una hora y cuarto en coche. Los aeropuertos más cercanos son el de Granada y el de Málaga.
El cortijo está compuesto por una finca de unos 2.500 metros cuadrados, los cuales son totalmente privados para uso y disfrute exclusivo de los clientes que se alojan en el mismo. Toda la finca está totalmente vallada y cercada, rodeada a su vez por plantas para crear más intimidad y relajación. Una vez accedemos a la finca, nos encontramos con las partes privadas que componen el mismo, dentro de los cuales cabe destacar las siguientes:
Una de las más admirables partes del cortijo es su tinao, lugar donde poder disfrutar de sus maravillosas vistas hacia el valle de Pitres, así como deleitarse en días de poca niebla viendo en el horizonte el mar y viendo los barcos que viajan por el mismo. En el tinao también tenemos sillas y una mesa para poder comer en el mismo y disfrutar del ambiente en el exterior de la casa, en pleno contacto con la naturaleza.
Una vez accedemos al cortijo por el tinao, lo primero que nos encontramos es el salón:
Cocina totalmente amueblada, con vitrocerámica, microondas, horno, frigorífico, lavadora y todo el menaje necesario para la vida cotidiana, cucharas, manteles, sartenes, cafetera, batidora,….
El cortijo tiene 2 dormitorios, los dos con matrimonio, una de 150cm y otra de 180cm, todos ellos con ventanas estando equipadas con mosquiteras.
En cada dormitorio existen dos juegos de almohadas, uno blando y otro viscoelástico.
2 cuartos de baño con plato de ducha, contando uno de ellos con bañera hidromasaje.
Toda la casa está equipada con calefacción por suelo radiante en invierno y refrescante en verano que proporciona calor en invierno y frescor en verano. A la vez que dispone de chimenea, para el invierno, decorada al más puro estilo nazarí, al igual que el resto de la casa.
Es el lugar idóneo para descansar, pasear por sus caminos, disfrutar de las vistas y vivir con la naturaleza gracias a la tranquilidad que se respira en el ambiente y la privacidad que nos da el cortijo.